Una carrera de altura
El 3 de septiembre participé en el Trail 4K Valle de Tena, un sueño hecho realidad al cruzar la meta. Besé el suelo al bajar del primer pico Garmo Negro (3064 m) y dudé lo que me pareció un momento eterno. Luego llegó la magia y disfruté como una enana de la subida vertical al pico Tebarray (2886 m) y del zigzag hasta el pico Musales (2654 m). Desde Sierra Plana a Panticosa corría pensando en el final y, quizá, en el comienzo de la 8K. Tenía ganas de más.
Fue en el verano del 2021 cuando decidí que correría el Trail Valle de Tena del 2022. Los motivos eran muchos y hace tiempo que cobran forma de libro. Así fue como comencé a correr. Como nunca antes lo había hecho, nadie me creía capaz de hacerlo o, al menos, de acabarlo.
Pequé de inexperiencia en el terreno y me faltó técnica de carrera en las bajadas, resbaladizas por la niebla y llovizna hasta el punto de propiciar otra caída.
Hacía semanas que arrastraba una lesión en el costado izquierdo y, aunque el parche de capsaicina del día anterior consiguió aliviar algo el dolor, me seguía dificultando la respiración.
Decidí centrarme en mi punto fuerte, las subidas, en ellas recuperaba tiempo y confianza.
Llegué a la meta tras 45 kilómetros de subidas y bajadas, no sólo a nivel de terreno y esfuerzo físico, sino también mental. Un recorrido de gran dureza y belleza que, sin duda, cargaré en mi mochila en futuras carreras.
GRACIAS A LOS FOTÓGRAFOS AVENTUREROS por estas magníficas fotografías.
Merecéis un fuerte aplauso por vuestra pericia para subir a los picos, cuerda en una mano y cámara en la otra, y por correr con nosotros de collado en collado, hasta el final. ¡Gracias una y otra vez por fortalecer nuestro recuerdo!
Y gracias a todos los demás por ayudarme a conseguirlo.
.........Continuará.........