Lee fotografía, no te conformes con mirarla
Hoy, Día Mundial de la Fotografía, quiero rendirte homenaje. Porque seguro que en algún momento de tu vida has empuñado una cámara para captar un instante, una imagen. Así, cuando el recuerdo se vuelve borroso, esa captura lo trae de vuelta con una nitidez que no deja indiferente a nadie. La fotografía tiene el poder de remover emociones hasta el punto de impulsar cambios vitales. ¿Conoces a algún fotógrafo?, ¿cómo lo definirías?
Viejas fotografías
Todavía me fascinan las fotografías en blanco y negro, incluso en color sepia, de la infancia y juventud de mis padres y abuelos. Las fotografías viejas huelen a baúl de los recuerdos. Y las nuevas, a sueños. Porque elegimos cuáles capturar, quizá en nuestro deseo de retratar la realidad que más nos atrae.
Amor a primera fotografía
Cuando vi a Cédric por primera vez, sostenía una cámara entre sus manos con la que enfocaba al horizonte. Apenas pude verle la cara. Fue su atuendo el que lo delató cuando me alcanzó poco después.
Hasta entonces, mi relación con la fotografía era de mutua cordialidad. A base de disparar muchas veces, conseguía una captura aceptable. Con él aprendí a apreciar la luz y sus efectos, a perseguir el misterio de las sombras y a buscar una composición armoniosa.
Me gusta pensar en la fotografía como nuestra Celestina, presente en el momento en que nuestros caminos se cruzaron y cómplice de nuestra relación. Y es que se puede contar una historia sin imágenes, pero una imagen carece de alma sin la historia que la acompaña.
Más allá de la imagen
Como buen contador de historias, Cédric dispara, selecciona, ordena y presenta sus capturas como parte de una narración en la que el sentido se revela poco a poco. De ahí el éxito de su trabajo, así como de su proyecto fin de carrera, parte del cual fue seleccionado por artistas de reconocido prestigio para formar parte de una exhibición.
Una historia, una imagen. Cada semana, un telegrama. Una semana lo escribe uno y, a la siguiente, el otro. Ese es nuestro proyecto para este año, como creo que ya te adelanté en el blog cuando lo iniciamos. Ahora está muy avanzado y me gusta mucho cómo está quedando. Si sientes curiosidad, puedes leer los telegramas y las imágenes a través de este enlace.
Y luego está mi nuevo proyecto. Aún está muy verde, pero te adelanto que el deporte y la montaña serán el hilo conductor de una historia de superación donde la fotografía instantánea tendrá un papel protagonista. Quizá por ese olor a viejo del que te hablaba antes y que tanto me gusta. Ese toque vintage unido a la emoción del revelado en mano, emoción teñida de curiosidad inquieta.
¿Mi próximo libro? Quizá… ¡ojalá!