Pollo al horno con berenjena, mi secreto mejor guardado... hasta ahora

 
 

Desvelado el misterio, este plato es de lo más sencillo. Paciencia es todo lo que requiere para no desesperar mientras está en el horno. Es difícil resistirse al olor que invade toda la casa al preparar esta sencilla receta, llena de sabor y… ¡low-carb!

El pollo al horno de Come Con C.

El pollo al horno de Come Con C.

 

¿dónde está el secreto?

La clave del éxito de esta receta está en escoger un pollo de calidad.

El sabor y la textura del pollo dependen de las condiciones de cría:

  • Granja industrial: hasta 20 pollos por metro cuadrado, sin acceso al aire libre, lo que se traduce en menos ejercicio. Si añadimos que se sacrifican más jóvenes, no es de extrañar que el resultado sea una carne más tierna, pero más insípida.

  • En libertad: hasta 15 pollos por metro cuadrado con acceso al aire libre, lo que impacta en la composición nutricional de la carne, más rica en proteína. Aun así, la calidad de la carne puede verse limitada por el estrés del animal que, en ocasiones, puede tener problemas para alcanzar la trampilla de salida al exterior. El estrés se traduce en una carne seca y ácida.

  • Ecológicos: hasta 12 pollos por metro cuadrado, con acceso al exterior y más espacio interior para garantizar el bienestar del animal. Además, no reciben antibióticos de forma rutinaria y su alimentación busca su crecimiento lento. El hecho de que se empleen diferentes alimentos para ello origina una carne más firme y sabrosa.

¿Y qué más?

Es morada y alargada, firme y brillante por fuera, blanca y esponjosa por dentro. Su combinación con el pollo y la otra reina de la cocina, la cebolla, resulta espectacular.

Por si no lo has adivinado ya, hablo de la berenjena que, asada, se deshace en la boca, aunque cortadas en láminas muy finas quedan crujientes cuales chips de vegetales.

 
 

¿Qué ingredientes necesitas para preparar 1 ración de pollo al horno?

¡De 4 a 7 ingredientes, depende de ti!

  • 2 muslos de pollo campero (1 bandeja)

  • 1 berenjena

  • 1/2 cebolla dulce

  • 1 cucharada de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)

  • 1 pizca de sal

  • 1 pizca de pimienta

  • Hierbas provenzales (tomillo, principalmente)

Información nutricional de 1 ración:

366 Kcal
9 g hidratos de carbono
27 g proteína
25 g grasa
1,2 g fibra

Tiempo de preparación: 60’

Precio total: 2,5-5,8 euros

 
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Come Con C te aconseja

Salpimenta los muslos de pollo antes de introducirlos en el horno y abre la mano con las hierbas.

Escoge las que más te gusten.

El tomillo le da un sabor muy rico y, si tienes en casa una mezcla de hierbas provenzales, esta es la receta perfecta para usarlas en abundancia.

Para un aporte extra de energía, añade patata. Y recuerda, láminas homogéneas para que todas se hagan por igual.

 

El pollo al horno de come con c en 7 pasos

1

Precalienta el horno a 200 grados con calor arriba y abajo durante 10 min.

2

Corta la cebolla en juliana y colócala sobre la base de una fuente apta para horno.

3

Corta la berenjena con piel en rodajas finas, colócala sobre la cebolla formando otra capa, y añade sal, pimienta y tomillo/hierbas provenzales al gusto.

4

Salpimenta los muslos de pollo y colócalos sobre la berenjena, boca abajo, con las hierbas provenzales y un chorrito de AOVE por encima.

5

Introduce en el horno a media altura durante 30 minutos.

6

A los 30 minutos, saca del horno y dales la vuelta a los muslos. De nuevo, añade sal, pimienta y hierbas. Hornea 30 minutos más por este lado y…

7

¡Disfruta! 

¡Qué bien huele! ¡Delicioso!

¡Qué bien huele! ¡Delicioso!

¿Sabías que…?

Hay productoras de carne que inyectan agua a sus productos para aumentar su peso y cobrar más hasta el punto de que más de un tercio del ave puede ser agua inyectada.

Por ello, te aconsejo que leas la etiqueta para comprobar el porcentaje de carne en ella (¡el 100% debería ser carne!). Si lees agua, tal cual, o con los apellidos retenida o añadida, sospecha. La mayoría de las veces, lo barato sale caro.

Yo siempre digo que más vale comer menos pero que los productos que consumamos sean de calidad, de origen conocido, preferiblemente de proximidad.